BLOG DE ÓSCAR GARCÍA POVEDA ***FUTSALIFE***

"PUEDE PARECER ABSURDO SENTIR TU TRABAJO COMO UN MODELO DE VIDA, PERO RESULTA COHERENTE HACERLO DE ESTE MODO PARA PODER LLEVARLO A CABO DE LA MEJOR MANERA POSIBLE."

12 de agosto de 2011

EL ENTRENADOR, ¿UN MAL NECESARIO?

Para empezar a hablar de ese mal necesario, como llaman algunos al entrenador, nos pondremos en situación. A lo largo de la carrera deportiva de cualquier jugador de futsal, en particular y deportista en general, este adquiere una serie de hábitos y modelos de conducta que va almacenando dentro de su memoria deportiva, hasta aquí parece todo normal y sencillo, pero en realidad, no es así, se trata de un trabajo complejo tanto en su vertiente educativa como formativa, lo que se pretende con ello es que este trabajo a almacenar sea lo más amplio posible para que el jugador pueda obtener el máximo rendimiento en su dia a dia, esto dependerá junto con otra serie de factores, tanto externos como internos, de la figura del entrenador.

 Como en muchas ocasiones he oido comentar a Jesús Candelas, hay que tratar de conseguir que un jugador sea eficaz, eficiente y efectivo, esta sería la máxima técnica de cualquier entrenador, pero esto va a depender mucho de las cualidades personales tanto del jugador como  del entrenador, debe existir un nexo de ambas partes para lograr un acercamiento por el bien común, y eso en ocasiones resulta problemático, a esto se une que mucho de nuestros jugadores tienen muy buenas aptitudes, pero la actitud que desarrollan no es la correcta para con el grupo, ponen de manifiesto su egocentrismo, su individualismo por encima del interés grupal, este es uno de los momentos en los cuales el entrenador se hace necesario, una de nuestras funciones además de la de hacer cambios, leer los partidos etc... es cuando el entrenador actúa y de verdad, en el manejo de un grupo, ya sea de base o de élite, este debe estar lo suficientemente preparado para llegar, con tacto y delicadeza, a un buen conocimiento de sus jugadores en todas las perspectivas (vida familiar, estudios, temas profesionales, aficiones, etc...).
 
 Por esta razón nuestro trabajo aunque no lo parezca sí es importante, desde el jugador joven hasta el adulto, debemos unir las aptitudes y actitudes de los jugadores a las nuestras, y fomar una sintonia que lleve al buen funcionamiento del grupo. Para ello tengo claro y cada vez más que para que un entrenador funcione, aunque los resultados sean en ocasiones los que marca nuestro futuro deportivo, tiene que tener las siguientes cualidades:
* Ser capaz de transmitir al grupo aquello que se quiere trabajar.
* Intentar aunar los pros y contras del grupo para positivizarlos.
* Ser autoritario pero flexible si hay que serlo.
* Reciclarse constantemente.
* Estar implicado, ser ejemplo para el grupo.
* Hacer de la psicología parte de su tarea.
 Ante esto decir que el entrenador no es un mal necesario, sino un bien sine quanon, os invito a que reflexioneis sobre el tema.

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